
Uno de nuestros objetivos es acordar con el conjunto de gestores de áreas protegidas y gestores de montes qué criterios debería cumplir una actuación de adaptación para ser considerada una “buena práctica”, desde la perspectiva de la Adaptación Basada en Ecosistemas. Para ello evaluamos cuatro sitios demostrativos en los que se han ejecutado actuaciones que pueden contribuir a mejorar su capacidad de adaptación:
- Muntanya de Matagalls (Girona). Hayedo con actuaciones de promoción de la madurez (derribos y cortas).
- MUP “El Cierzo” (Zaragoza). Pinar de Pinus halepensis con claras para incrementar la heterogeneidad.
- Marojal de Izki (Álava). Bosque de Quercus pyrenaica con actuaciones de incremento de heterogeneidad y mejora de hábitats.
- Hayedo de Altube (Álava). Hayedo con cortas de regeneración y aprovechamiento de leñas.
A partir de esta experiencia hemos desarrollado unos criterios para orientar el diseño e implementación de medidas de adaptación asegurando que:
- Se consideran los escenarios climáticos futuros
- Se identifican los elementos vulnerables al cambio climático
- Hay objetivos de adaptación explícitos
- Se propone la adaptación a través de la mejora del estado de conservación del ecosistema forestal
- Se fomenta la participación de los agentes locales, y se aseguran los beneficios sociales
- Se evalúan los resultados
Estos criterios se concretan en una serie de pasos a seguir en el diseño de una actuación de adaptación, que se están aplicando en los tres casos demostrativos en los que trabaja el proyecto (Els Ports, Parque Natural de la Sierra Norte and Comunidad Valenciana). Las lecciones aprendidas en este proceso servirán para elaborar unos criterios de aplicación más general.