
Algunas de las estructuras y composiciones que se dan en los rodales maduros (y los procesos que las generan) están ligadas a una mayor resiliencia, y pueden ser usadas como referencia en una gestión dirigida a mejorar la capacidad de adaptación de los bosques en etapas más jóvenes de desarrollo. Entre ellos se cuenta:
- La mayor diversidad de especies de árboles, con funciones diferentes y complementarias entre sí
- La coexistencia de individuos de diversas edades
- La existencia de claros y discontinuidades en el dosel
- Los grandes troncos en descomposición
- Más especies tolerantes a condiciones de sequía
- En RedBosques_Clima Identificamos indicadores cuantitativos de estos atributos, y con ellos propondremos un Índice de Vulnerabilidad que permita evaluar la vulnerabilidad de un bosque cualquiera, e identificar los aspectos en los que es posible mejorar la capacidad de adaptación.
¿Cómo evaluamos los bosques maduros?
