
Existe una gran variedad de medidas que pueden ser utilizadas con el objetivo de mejorar la capacidad de adaptación de los bosques, entre ellas:
- La preservación de los reductos bien conservados o muy vulnerables
- La intervención de tipo selvícola, por ejemplo para promover la regeneración natural mediante pequeñas perturbaciones, modificar la estructura vertical del bosque, incrementar la diversidad de especies en el dosel o reducir la competencia.
- Actuaciones para mejorar la capacidad de dispersión de las especies (la conectividad),
- Creación de mosaicos en el paisaje en el que se entremezclen diversos tipos de bosque con áreas abiertas,
- Restauración de hábitats muy escasos como humedales o turberas,
- La atención a algunas especies muy vulnerables al cambio climático, con acciones excepcionales que pueden llegar a la migración asistida o la cría en cautividad.
En todas ellas la característica distintiva es la formulación de objetivos explícitos de adaptación al cambio climático: el fin último de una actuación de adaptación debería ser asegurar la continuidad de la mayor parte de los bienes y servicios que los bosques nos proporcionan en el contexto de cambio en las condiciones climáticas.
RedBosques Clima desarrolla unos criterios para diseño e implementación de medidas de adaptación asegurando que:
- Se consideran los escenarios climáticos futuros
- Se identifican de elementos vulnerables
- Hay objetivos de adaptación explícitos
- Se propone la adaptación a través de la mejora del estado de conservación
- Se fomenta la participación y se aseguran los beneficios sociales
- Se evalúan los resultados
Criterios para el diseño de acciones de adaptación de los bosques al cambio climático en áreas protegidas.
Una Guía para la Adaptación Basada en Ecosistemas.
